Me tumbe en la cama, en ella se reflejaba el sufrimiento en vagas machas de rímel en la almohada...
Pues pensé que no era nada, que no valía nada...
Sé fuerte, nada contracorriente, pues la misma vida hiere, es cruel y no da oportunidades. Pero...cada uno de los fugaces momentos de felicidad, cada una de tus sonrisas, valen mas que cualquier momento de pesimismo ciego.
Estaba descalza, las lágrimas caían al frió suelo de madera, me sentí como una mierda, otra vez, como reducida a cenizas, pensé: ¿De verdad merece la pena vivir...?
Por eso digo: Toma las riendas, sé tu misma, llora, ríe, baila, ama...Haz todo lo que siempre quisiste, porque aunque no lo creas, este es tu día.
Mejórate :)
