Cuan inmóvil fuerza ejerce
La caída de tus parpados en mí
Que aún ahí, petrificada
Aceleras con tu fulgor mi latir
Y no es solo por tu luz
Que ilumina la mía espalda cuando huyo
Y en tus hoyuelos, mi cruz
Que acompaña mis desvelos con orgullo
Han pasado muchas noches...
Y por todas las que nos quedan,
Intuyo,
Seguiré prisionero de tus reproches
Hasta que mi ultimo recuerdo, sea el tuyo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario