miércoles, 16 de febrero de 2011

Boligrafo y papel...

Entonces me levanté, miré a derecha e izquierda, sin respuesta aparente de lo que queria encontrar, en ese instante me eclipso esa imagen de sus labios carmesies, y las fragiles palabras que salían antaño de ellos, suspiré, me acomodé de mala manera en la cama, y alargue mi mano para coger uno de esos cigarrillos de mala muerte.

-La vida sigue -pensé. Pero esos labios de color rubí en verdad fueron mi perdición, quizá la gota que colmó el vaso, pues no fue la primera vez que me sentia abandonado.

Deje salir un hilo de humo por mis labios, cerré los ojos y suspiré profundo, pensaba que el cigarrillo se consumía lentamente, y yo, al igual que el, desolado de nuevo, sentado en la habitación de un sucio y apestoso motel, sin ella...



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