jueves, 17 de febrero de 2011

Libertad.

En el umbral de un precioso atardecer,  el cual ya escondía los hilos de alba que filtraban luz a través de la persiana, yacía  meditando en mi eterna prisión.
Y pensaba: ¿Podré salir a la calle, dejar el mundo en sí, y correr hasta que las piernas cesaran de su agotamiento?


Mas adelante, razoné:
- Yo soy de los que creen que con bolígrafo y papel se puede hacer mas magia que con cualquier varita, soy de los que creen que la distancia es mas dolorosa que cualquier arma, y estoy seguro de que todas las personas nacemos libres. Si es así...¿Por que no puedo escapar de mi prisión?, ¿Por que no alejarme de argumentos estúpidos y sonrisas falsas? ¿Por que las personas no pueden sucumbir a la imaginación, y dejarse llevar por lugares y sentimientos que en ninguna de nuestras banales vidas podríamos ni pensar?


-Yo soy de los que piensan que una pregunta es la mejor respuesta. Así que me respondí:
¿Y tú? ¿Eres libre?




Este texto se lo dedico especialmente a una amiga muy especial, África. Espero que os guste.


Un abrazo.

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