Ella.

Pues eres la única, la única que puede sacarme una sonrisa, la única dueña de mis suspiros, la que reina en mis sueños, eres tú.
Pues esos ojos profundos, esos labios carnosos, ese carisma, esa vida...
El saber que aunque estés mal, aunque este lúgubre mundo se caiga a tus espaldas, siempre esbozas una sonrisa...
El saber que nuestros sentimientos pueden ser uno, el saber que nos podemos fundir en un beso eterno, como si de un sueño se tratara.
Lo sé, y puedo, y créeme cuando te digo que quiero, pero quizá nuestros destinos sean paralelos, y esto sea otro de esos sueños, de amores imposibles, en el que nadie quiere despertar.