Mirando a la frágil llama, que estática en la vela tiritaba, pensé para mis adentros si todo sería igual, si la llama de la vida derretiría mi cuerpo y mi alma.
Aún estando tiempo pensándolo, no hallaba la respuesta a eso, tampoco.
A lo mejor lo que me consumía era el miedo, el miedo a derretirme como esa vela, la cual yacía disuelta encima de la mesa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario